Ruta por la Toscana en coche de 5 días, 7 o 10: pueblos, paisajes y vino Chianti

La Toscana era una asignatura pendiente entre nuestras rutas por Italia. Habíamos visitado Florencia, Pisa, Arezzo, Siena, Lucca, Livorno… pero siempre en transporte público y no en una ruta como tal. Nos faltaban los paisajes de la Val d’Orcia, los viñedos del Chianti, las torres de San Gimignano… Dicho y hecho. Nos lanzamos a hacer una ruta por la Toscana en coche y, evidentemente, la vamos a contar.

Nuestra ruta fue de una semana, pero como sabemos que cada uno dispone de un tiempo diferente, hemos preparado dos variantes: una de 5 y una de 10 días. Ahora ya depende de ti decidir cuántos días quieres pasar en coche por la Toscana y cuántas de sus ciudades, además de los pequeños y preciosos pueblos, quieres visitar.

Antes de lanzarte a la aventura, no dejes de echar un vistazo a nuestros consejos para viajar por Italia y los consejos para alquilar coche y que salga barato. Y no dejes de leer todas nuestras Rutas por Italia en coche o en tren, de 7, 10 y 15 días, para coger ideas para otros viajes al país de la bota.

Cómo elegir tu ruta por la Toscana en coche (o no): pueblos, paisajes, viñedos, ciudades…

La gran pregunta: ¿qué incluir en una ruta por la Toscana? Cuando pensamos en esta región de Italia, nos vienen a la mente imágenes de paisajes con colinas coloridas por cultivos, cipreses apuntando al cielo, vides centenarias y olivares. Si nos paramos un poco más a pensar, recordamos las fotos de pequeños pueblos medievales de la Toscana, de enormes torres, de imponentes murallas… Pero ¿y las ciudades?, ¿no están Florencia, Pisa, Arezzo, Lucca… también en Toscana?

Está claro que no es una región por la que pasar corriendo y que habrá que elegir en función de la cantidad de días de que dispongas.

Nosotros, ya que en esta ocasión habíamos alquilado un coche, decidimos dejar de lado las grandes ciudades en las que, además de tener el coche parado un par de días –el mínimo de tiempo necesario para ver Florencia, por ejemplo–, es imposible aparcar. Pero, no te preocupes, hay rutas por la Toscana para todos y también hemos preparado una con ciudades al final.

Consejos prácticos para viajar en coche por la Toscana

Son varias las cosas a tener en cuenta cuando te mueves en coche por la Toscana –algunas en toda Italia, en realidad– si no quieres volver a casa con una multa de recuerdo.

No puedes meter el coche hasta la cocina

La primera y principal, en la mayoría de los pueblos de la Toscana –y en las ciudades también– no es posible circular con el coche por el centro. No es que no haya calles y tampoco hay una barrera que te lo impida, lo que hay son cámaras que hacen una foto a la matrícula y te envían una felicitación en forma de multa. Son las llamadas ZTL, Zona di Traffico Limitato en italiano. No le preguntes a Google Maps porque no las conoce. Tendrás que estar atento a los carteles para dar la vuelta en cuanto te encuentres con uno de ellos. No hay broma que valga.

No eres italiano… y eso se nota en la carretera

La segunda: el cuore sportivo italiano. Vamos, que conducen como locos. Las señales de límite de velocidad parecen meras sugerencias. Nos han adelantado hasta autobuses escolares en curvas con cambio de rasante por seguir la señal que marcaba el límite de 30 km/h. ¿Lo bueno? No nos pitaron ni una vez. Ellos saben que el límite está ahí y no les parece mal que tú lo respetes.

¿Dónde aparco el coche?

El aparcamiento es el tercero en discordia. Si no se puede entrar con el coche en el centro de pueblos y ciudades, ¿dónde lo dejo? Siempre hay zonas de aparcamiento relativamente cerca del comienzo de la ZTL. Eso sí, conforme te vas acercando, el tiempo que puedes dejar el coche aparcado disminuye. En Italia, todos los coches llevan una especie de reloj de agujas de papel azul llamado disco orario en el que tienes que poner la hora a la que aparcas cuando dejas el coche en una plaza de aparcamiento con tiempo limitado. Las hemos encontrado desde 90 minutos hasta 15. Fíjate bien. Una cosa más, si, cuando pasa el tiempo, te acercas al coche y cambias “la hora del reloj”, la multa te puede caer igual: hay que quitar el coche, no tomarle el pelo al controlador.

En otras ocasiones, encontrarás plazas de aparcamiento directamente de pago –marcadas con una raya azul como en España– en las proximidades de la ZTL. Conforme te vayas alejando, además de aumentar el tiempo permitido en las que lo tienen limitado, acabarás por llegar a plazas normales –raya blanca– gratuitas y sin límite de tiempo. Depende de ti cuánto quieras pagar y andar.

El punto de salida, los aeropuertos para recorrer la Toscana: Pisa, Florencia y Bolonia

La Toscana cuenta con dos aeropuertos internacionales: el de Florencia y el de Pisa. Aunque Florencia sea la capital, el aeropuerto de Pisa tiene más vuelos y más frecuencias, así que es probable que sea más sencillo volar hasta allí para comenzar tu ruta por la Toscana. Otra opción, por la cercanía y porque el aeropuerto es todavía más grande y con más conexiones, es Bolonia. Lo sabemos, nunca perdemos la oportunidad de pasar por nuestra segunda ciudad favorita de Italia… tenemos debilidad por ella.

Echa un vistazo a los precios de los vuelos –a Florencia aquí, a Pisa aquí y a Bolonia aquí– y elige tu punto de salida. Ojo, según la ruta que decidas hacer, llegar a un aeropuerto no significa tener que alquilar el coche allí inmediatamente… sigue leyendo que te lo contamos después.

Nosotros, que habíamos estado primero en Roma, alquilamos el coche con SIXT en la estación de Santa Maria Novella, en pleno centro de Florencia. La acababan de inaugurar la semana anterior, debimos ser de los primeros clientes. Nos dieron un Polo último modelo con GPS integrado, básico porque no en todas las carreteras de la Toscana tendrás cobertura para usar Google Maps. Echa un vistazo aquí a los precios de alquiler.

No se te olvide el tema de la ZTL. Desde la oficina de SIXT nos enviaron un correo electrónico para indicarnos por qué calles circular el día de la devolución hasta el aparcamiento y no “ganarnos” una multa en Florencia el último día.

Nuestra ruta por la Toscana de 7 días en coche

En nuestra ruta buscamos encontrarnos con algunos de los pueblos más bonitos de la Toscana, con paisajes de esos que teníamos en la cabeza y con carreteras secundarias desde los que disfrutarlos.

Arrancamos en Florencia –ya hemos dicho que fue en la estación de tren donde recogimos el coche–, bajamos las ventanillas –porque íbamos a conducir despacio– y a disfrutar de la Toscana.

Día uno: Certaldo y San Gimignano

Nada más salir de Florencia, nos dirigimos a Certaldo. Dejamos el coche en la parte nueva del pueblo y subimos por un camino medieval –que parece que no se ha tocado desde entonces– hasta la ciudad alta. Desde allí fue donde vimos por primera vez el “skyline” de San Gimignano.

Los rascacielos de San Gimignano, el Manhattan medieval, no podían esperar más y fueron la segunda parada del día. Callejuelas estrechas, muralla y torres cuya altura desafía a la que creíamos que fueran capaces de llegar en esa época. No tuvimos suerte con el clima, pero no dejamos de subir a lo alto de la torre Grossa, del Palazzo del Popolo, para admirar el paisaje ni, por supuesto, de entrar en su colegiata. Te contamos todo con detalle en Qué ver en San Gimignano, el Manhattan medieval.

No pudimos encontrar mejor lugar para pasar esa primera noche. Casa Soraya, un pequeño hotelito en el campo con una vista privilegiada de San Gimignano que, para compensarnos por el clima, nos regaló una puesta de sol fantástica. Aquí puedes ver precios y disponibilidad.

Día dos: Colle di Val d’Elsa, Casole d’Elsa, las abadías y Montalcino

Nuestro hotelito, a pesar de estar en el campo, pertenece a Colle di Val d’Elsa y, aunque ya lo teníamos marcado en el mapa, nuestra anfitriona no dejó de recomendárnoslo mientras nos preparaba un delicioso desayuno. Allá fuimos, ¿has entrado alguna vez a un casco histórico atravesando la puerta de un palacio? Pues, bienvenido a Colle di Val d’Elsa.

Siguiendo con el valle de Elsa, pasamos por Casole d’Elsa. Allí descubrimos lo bien que encajan las obras de arte contemporáneo con la arquitectura medieval: todo el pueblo es un pequeño museo al aire libre.

Las abadías también tienen un lugar destacado en la Toscana y dos fueron las que visitamos el segundo día de nuestra ruta. Comenzamos por las ruinas de la abadía de San Galgano. Nosotros pagamos la entrada y descubrimos que lo que se ve desde fuera y lo que se ve desde dentro no es tan distinto… eso sí, si pagas, hay baño. No dejes de subir a la ermita donde está todavía clavada en la roca la espada de San Galgano.

La segunda abadía del día fue la de Sant’Antimo, una de las joyas del románico toscano. Aquí, pagamos por el aparcamiento… en una parquímetro que no funcionaba. Echa un ojo a los parabrisas de los demás coches antes de meter tu moneda o pregunta directamente en la abadía.

La última visita del día fue a Montalcino con su castillo, la Rocca, y su Palazzo Comunale, el ayuntamiento.

Camino de Pienza, nos encontramos con el primero de los paisajes de la Toscana que teníamos grabado en la mente: un campo verde que subía y bajaba por las suaves colinas con un grupo de cipreses. ¿Qué más se podía pedir? Nada, ni nosotros ni todos los que paraban el coche en el lateral de la carretera para hacer fotos.

Noche en Pienza, pero no en cualquier sitio, en el mismo centro, en el hotel Relais il Chiostro de Pienza. En el claustro de la antigua iglesias de la ciudad, un hotel de cuatro estrellas en el que darse un capricho. Aquí puedes ver precios y disponibilidad.

Día tres, el corazón de la val d’Orcia: Pienza, San Quirico d’Orcia y alrededores

En Pienza encontramos turistas por primera vez en nuestra ruta. Sí, a pesar de la fama de saturada de la Toscana, no nos cruzamos casi con nadie a principios de mayo. No dejes de visitar el Palazzo Piccolomini, ni de pasear por la via del Casello sobre la muralla desde donde disfrutar de unas vistas de ensueño a primera hora de la mañana. Te damos todos los detalles en Pienza, el pueblo ideal de la Toscana.

Siguiendo con las vistas de la Val d’Orcia, nos fuimos a Monticchiello. Desde lo alto del pueblo el panorama es una pasada y, para llegar, las carreteras tampoco tienen desperdicio.

También hay aguas termales en la Toscana y Bagno Vignoni es la demostración. La plaza mayor del pueblo está ocupada por una gigantesca “piscina” de agua termal. “Piscina” porque está terminantemente prohibido el baño. Si te lo quieres dar, puedes acercarte a Bagni di Pietrolo, aunque lo encontramos bastante lleno el día de antes –lo visitamos entre abadía y abadía–. Como en los Bagni di San Filippo, no hay entrada: las termas son gratuitas y al aire libre.

Rocca d’Orcia ocupa el mismo espacio desde que se amuralló allá por el siglo XIII. Además del pueblo, las vistas hacen que merezca la pena la parada. Eso sí, las vistas en los alrededores de San Quirico d’Orcia son de esas que no se olvidan, y el pueblo también tiene un paseo.

Hicimos noche cerca de Montepulciano –y ya desvelamos cuál fue nuestra primera parada del día siguiente– en el hotel Panoramic. La habitación era cómoda y espaciosa, pero hay que decir que como panorama, a pesar de ser muy amplio, no vale mucho… Así que, cierra la ventana y a dormir. Aquí puedes ver los precios y disponibilidad.

Día cuatro: de Montepulciano volviendo hacia el norte

Pues sí. ¡Sorpresa! Comenzamos el cuarto día en Montepulciano. En el caso de que te resulte conocido –además de por su parecido a los demás pueblos de la Toscana–, te diremos que allí se rodó El sueño de una noche de verano de Michael Hoffman (1999) y Luna Nueva, la de Crepúsculo – aunque no hay fuente en la plaza… trucos de Hollywood–. No dejes de subir a lo alto de su torre para ver los alrededores después de recorrer sus callejuelas y entrar en sus bodegas históricas. Te damos más detalles en Qué ver en Montepulciano.

Los pueblos de Montefollonico, Trequanda, Rapolano Terme y Asciano fueron cayendo en la ruta uno tras otro.

Acabamos el día con otra abadía, la de Monte Oliveto Maggiore. Llegamos con la hora pegada –cierra a las 18–, pero tuvimos la suerte de encontrarnos con un simpático monje holandés que dejó de barrer el refectorio para llevarnos en visita privada por el claustro, la biblioteca, el museo y, nunca se lo agradeceremos suficiente, encendernos las luces del coro para que se nos desencajara la mandíbula con el trabajo de marquetería.

La noche la pasamos en un hotel de carretera cerca de Monteroni d’Arbia, el Hotel More di Cuna. Llegamos con la recepción cerrada, pero nos mandaron por correo el código de la puerta de entrada y de la caja fuerte donde nos dejaron la llave de la habitación. Y cuando los vimos en persona, en el desayuno al día siguiente, también fueron muy amables. Aquí puedes ver precios y disponibilidad.

Día cinco: Murlo, Buonconvento y Siena

El quinto día comenzó con la visita a Murlo. Más allá de los paisajes que encontramos en la carretera, el pueblo es muy pequeño: solo tres calles dentro de la muralla, auténtico casco histórico.

En Buonconvento nos cruzamos con uno de los símbolos de Italia: Ferraris. Si el primer día de nuestra ruta en coche por la Toscana fue el Giro d’Italia el que nos bloqueó en Certaldo, el quinto nos cruzamos con la 1000 Miglia, una carrera de coches históricos. Cómo podían pasar por el suelo empedrado de los pueblos de la Toscana con los Ferraris tan bajos es algo que todavía hoy nos preguntamos.

Siena es un imprescindible en la Toscana y, aunque buscábamos pueblos, carreteras secundarias y paisajes, no se puede dejar pasar la ocasión de recorrerla. Sus barrios, marcados por las banderas de sus contradas –los equipos que se disputan el famoso palio di Siena–, il Campo –la plaza mayor de forma completamente irregular–, la torre del Mangia…

Nos quedamos a dormir en Siena, en el B&B Le Lupe en el centro de la ciudad y con aparcamiento. Además de muy acogedor y con vistas, ¿qué más se puede pedir? Aquí puedes ver precios y disponibilidad.

Día seis: Monteriggioni y Volterra

Tras darnos otra vuelta por Siena después de desayunar –lo bueno de tener hotel con aparcamiento–, salimos de la ciudad camino de Monteriggioni.

La siguiente parada fue Volterra, nos lo habíamos dejado el primer día con la idea de verlo a la vuelta. Ojo, si crees que vas a reconocer el pueblo porque salía en Luna Nueva –la de antes–, te vas a llevar una decepción. Como dijimos, las escenas de Volterra se grabaron en Montepulciano. Eso sí, no le quita ni un ápice de interés –casi al contrario, porque no permitieron que su pueblo se convirtiera en un circo de Hollywood–. Uno de los pueblos más bonitos de la Toscana, con un museo etrusco que te deja sin palabras –horror vacui al máximo en todas las salas–. Tienes más información en Volterra: etruscos, Edad Media y Crepúsculo.

La vista de San Gimignano, ese día con sol, nos hizo parar tantas veces que, al final, volvimos a dormir a Casa Soraya. Repetimos el hotel rural del primer día. Eso sí, si aquel día la vista de la tarde fue mala y el atardecer increíble, el sexto todo cambió a última hora: un atardecer cubierto que nos dejó con las ganas.

Día siete: la ruta del vino de la Toscana por excelencia, el Chianti classico

El séptimo día, en lugar de descansar, nos fuimos a visitar la zona del Chianti, uno de los vinos más famosos de Italia. Pero no solo hay vides subiendo por las colinas toscanas en esta zona, también hay pueblecitos medievales.

Por ejemplo, Castellina in Chianti con su via delle Volte –la calle de las bóvedas–, Radda in Chianti y Volpaia. Tuvimos mala suerte de nuevo con el clima y no paró de llover en estas visitas. Una curiosidad que no quisimos dejar fuera del viaje fue Panzano in Chianti donde hay una carnicería famosa en toda la región –la bistecca, chuletón, es uno de los platos típicos de la Toscana–, la Antica Macelleria Cecchini.

El clima siguió mal y solo nos permitió una foto lejana a la Badia a Passignano, otra de las abadías de la Toscana. Sí, en el Chianti puedes encontrar todas las señas de identidad de la región.

La bodega de Antinori nel Chianti Classico, obra de Renzo Piano, fue nuestra despedida del Chianti y de la Toscana. No pudimos hacer la visita guiada –no tuvimos tiempo y seguimos sin beber…– pero la escalera helicoidal que sube desde el aparcamiento hasta el restaurante de la segunda planta, el acero corten de las paredes, los detalles de decoración de la tienda… No deberías perdértela.

Mapa con nuestra ruta en coche por la Toscana de 7 días

Si después de tanto pueblo, paisaje, abadía… estás un poco perdido, ¡que no cunda el pánico! Hemos preparado un mapa con nuestra ruta en coche por la Toscana organizada por días. Te darás cuenta de que las distancias son bastante pequeñas, tanto que, si quieres, puedes dormir todas las noches en el mismo sitio y hacer unos cuantos kilómetros más.

La ruta por la Toscana de 5 días en coche

Si tienes menos tiempo, aquí tienes la ruta por la Toscana en coche de 5 días. Verás que cambia el orden de los pueblos porque, al eliminar algunos, tiene más sentido hacer las visitas de otra forma. Porque no, no hemos quitado dos días simplemente, te la hemos rehecho para que sigas viendo lo más bonito de la Toscana aunque tengas menos tiempo.

Día uno: San Gimignano y Volterra

El Manhattan medieval de San Gimignano no espera más, que estamos justos de tiempo. Después dirigimos el coche a Volterra. Continuamos hacia Colle di Val d’Elsa y hacemos noche con una vista privilegiada de las torres de San Gimignano en Casa Soraya.

Día dos: Monteriggioni y Siena

El pueblo amurallado de Monteriggioni será la primera parada del día. Después, busca un lugar donde aparcar el coche y disfruta de unas cuantas horas paseando por Siena. La noche en el B&B Le Lupe.

Día tres: Buonconvento, Montalcino, Sant’Antimo y Pienza

El pequeño Buonconvento será el calentamiento perfecto para el tercer día. Dejamos solo una abadía en la ruta de 5 días por la Toscana en coche: la de Sant’Antimo. Continuamos con Montalcino y visitamos Pienza. Noche en Relais il Chiostro de Pienza.

Día cuatro: más val d’Orcia acabando en Montepulciano

El cuarto día comienza con una circulación lenta por las carreteras alrededor de San Quirico d’Orcia. Esos son los paisajes que andabas buscando, no dejes de fotografiarlos. El destino de esa conducción relajada será Bagno Vignoni, con su fuente de aguas termales en la plaza mayor. Seguiremos a Rocca d’Orcia y acabaremos la tarde paseando por las calles de Montepulciano. Noche en en el hotel Panoramic.

Día cinco: la ruta del vino de Toscana por el Chianti Classico

Llega el momento del Chianti. Busca los viñedos entre los pueblos medievales –sí, aquí también hay: Castellina in Chianti, Radda in Chianti o Volpaia. Camino de la devolución del coche, tienes que hacer una parada para admirar la bodega de Antinori nel Chianti Classico.

5 días por las ciudades de la Toscana

Si solo dispones de 5 días y quieres visitar las grandes ciudades de la Toscana, te sugerimos que lo hagas en transporte público, concretamente en tren. Echa un vistazo a nuestro artículo de rutas por Italia y busca la ruta por la Toscana en tren.

Mapa con la ruta en coche por la Toscana de 5 días

Y, los de 5 días, ¿no tienen mapa? Sí, también tienen, aquí está el mapa de la ruta en coche por la Toscana organizada por días. Como antes, las distancias dan para dormir todas las noches en el mismo hotel si no te importa conducir unos cuantos kilómetros más… Eso sí, en la ruta de 5 días vas un poco más justo de tiempo.

Dejando lugar para las ciudades: ruta por la Toscana en coche de 10 días

Si tienes algo más de tiempo para recorrer la Toscana, no te creas que no vas a saber qué hacer. Bueno, puede que no sepas, pero para eso estamos nosotros aquí. Puedes seguir nuestra ruta de 7 días y añadir las ciudades que habíamos dejado fuera en busca de paisajes y pueblecitos.

Independientemente de dónde aterrices, puedes pasar por Florencia –echa un vistazo a nuestros lugares que ver en Florencia en dos días–, por Pisa –en nuestro artículo Qué ver en Pisa, descubrirás que no solo hay una torre– y por Lucca. Es posible ver Pisa y Lucca en un día tranquilamente. Nuestra recomendación, en este caso, es hacer estas tres visitas en tren y alquilar el coche después. No podrás entrar en ninguna de las ciudades con el coche y tendrás que pagar un aparcamiento para tenerlo parado…

Dónde comer en la Toscana

Aquí tienes algunos de los sitios en los que comimos en nuestra ruta por la Toscana por si te encajan.

La Osteria da Chichibio, en Certaldo. No estuvo mal y el precio era bastante ajustado, aunque fue el que menos nos convenció. Nos habían aconsejado la Osteria del Vicario, pero la encontramos cerrada. Las tagliatelle con trufa no estaban mal, eso sí.

La Buca delle fate, en Pienza. Dos veces fuimos a comer a este restaurante en pleno centro de Pienza… así que puedes imaginar que nos gustó. Sus pici –la pasta típica toscana– estaban riquísimos con todas las salsas: cacio e pepe –queso y pimienta–, al ragù –con tomate y carne– y all’aglione –con tomate y ajo–. Además, son muy rápidos.

L’altro cantuccio, en Montepulciano. Uno de los mejores restaurantes de la zona. Combinan recetas tradicionales, como los pici o la ribollita –una especie de pisto toscano– con otras más vanguardistas. Es un poco pijín, pero está genial, y de precio también está muy bien considerando la calidad.

La bottega di Volpaia, en Volpaia. Cocina tradicional toscana 100% con sus pici y otras pastas típicas toscanas, carnes de caza, postres caseros, etc. Por haber, hasta está la clásica sfoglina en la cocina.

Si eres un apasionado de la carne, además de pasar por la carnicería más famosa de la Toscana, la Antica Macelleria Cecchini, puedes comer en uno de sus tres restaurantes. Nosotros miramos el menú de Solo Ciccia, pero la verdad es que, aunque nos apasiona la carne, un menú sin pasta en Italia se nos hace raro. Y es que son menús fijos… eso sí, también hay versión vegetariana.

Gelateria Dondoli, en San Gimignano. Fuimos a probar esta heladería porque ha ganado unos cuantos premios. La verdad es que tiene gustos muy originales, pero en cuanto a cremosidad y sabor, en Italia hemos probado muchísimas mejores.

Y ahora, ¿nos vamos de ruta por la Toscana?